El plan de Milei para reanimar las finanzas y la economía de Argentina ha sido una terapia de shock sin parangón en la historia reciente de la economía. La primera fase estaba clara: acabar con la inflación cueste lo que cueste. Esto quería decir que había que rebajar el aumento disparado de los precios, aunque la economía cayese en una profunda recesión. Los recortes de gasto y la puesta en marcha de medidas (desregulación, fin de topes de precios…) para incrementar la confianza en el peso han sido clave para enfriar lo que estaba a punto de convertirse en una hiperinflación de manual. Como era de esperar, la economía se contrajo ante estas medidas. Sin embargo, ahora que la primera fase parece haber sido un éxito, el plan de Milei estaría entrando en una segunda fase que da inicio con la recuperación de la economía (ya en marcha) y las bajadas de impuestos. Javier Milei ha anunciado estas medidas hace escasas horas.
Un año después de asumir el poder, Javier Milei parece estar confirmando los pronósticos de quienes creían en su capacidad para transformar la economía argentina y desmontando a sus críticos. Tras recibir un país al borde de la hiperinflación, Milei ha logrado en la primera parte de su plan reducir el IPC mensual del 26% registrado en diciembre del año pasado al 2,7% en octubre. La moneda argentina, el peso, que había sido calificada por Milei como “excremento”, se ha fortalecido significativamente frente al dólar en el mercado negro durante los últimos seis meses. Es más, el peso ha vivido algo inédito, en el mercado ‘negro’ o informal (que paradójicamente es el que refleja el precio real del peso) ha llegado a cotizar con mayor fortaleza durante unas horas que el peso oficial, una auténtica contradicción económica que, sin embargo, revela que los argentinos confían cada vez más en su propia divisa. Además, desde que Javier Milei llegó a la Casa Rosada, los precios de los bonos soberanos argentinos se han triplicado, logrando al mismo tiempo una caída intensa del interés que pagan en el mercado, según explican desde el Financial Times en un extenso reportaje sobre la economía de Argentina.
Ahora, el plan de Milei entra en la segunda fase. Aunque aún quedan muchos ajustes por realizar, la economía parece haber comenzado a despertar, según muestran los indicadores adelantados de los últimos tres meses, lo que da cierto margen al Gobierno para empezar a bajar impuestos, aunque con cautela, puesto que mantener el superávit público resulta fundamental para que los mercados sigan depositando su confianza en las finanzas argentinas.
“La recesión ha terminado”
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha afirmado en su discurso a la nación con motivo del primer aniversario de su llegada al poder y rodeado de su gabinete que “la recesión terminó”, alegando que la economía del país ha entrado en una recuperación, y ha anunciado que en 2025 bajará el 90% de los impuestos.
“Hemos superado la prueba de fuego. Estamos saliendo del desierto: la recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer”, ha declarado, remarcando que Argentina “llega al final del año con alivio” y que puede “dejar atrás lo peor”, si bien ha aclarado que todavía no ha “llegado a puerto”. El riesgo país ha caído desde los 2.100 puntos hasta los 723 puntos en los que cotiza en la actualidad.
Por otro lado, ha prometido que en materia de seguridad no pararán hasta “tallar en piedra” en la mente de cada delincuente que “el que las hace las paga” y ha añadido que impulsará una ley “antimafia”, una reforma de la Policía Federal y una ley antiterrorismo. También ha comunicado que diseñará “un plan nuclear argentino que contemple la construcción de nuevos reactores”.
Al principio, los analistas políticos predijeron que el economista argentino (Milei es economista de profesión) se enfrentaría a grandes dificultades para avanzar en su agenda. Sus ideas eran consideradas demasiado radicales, su personalidad demasiado volátil y su coalición, La Libertad Avanza, demasiado inexperta tras solo tres años de existencia. Sin embargo, Milei ha demostrado ser un líder hábil, utilizando decretos de necesidad y urgencia para sortear la falta de una mayoría en el Congreso, implementando cientos de medidas de desregulación y poniendo a la oposición en una posición defensiva, según destaca el reportaje de Financial Times. Asimismo, ha reducido drásticamente el gasto público, logrando un superávit fiscal primario todos los meses de este año, algo que no ocurría hace más de una década, y lo ha hecho sin provocar las protestas masivas que sus detractores habían vaticinado.
Milei también ha consolidado relaciones internacionales con figuras poderosas como Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, y Elon Musk, director ejecutivo de Tesla. Su mensaje de un estado reducido ha conquistado a gestores de fondos de cobertura y ejecutivos de capital privado por igual. Lo más sorprendente, quizás, es que las encuestas muestran que Milei ha mantenido el respaldo de la mitad de la población argentina. “El cataclismo económico y social que predijeron nunca llegó”, declaró al Financial Times en octubre. “Tengo una aprobación del 50% tras ejecutar el mayor programa de austeridad en nuestra historia. Es un milagro, ¿no?”.
A pesar de sus logros, el panorama económico de Argentina sigue siendo crítico. Aunque parece emerger de la recesión iniciada el año pasado, se espera que la economía cierre 2024 un 3% por debajo de 2023, según JP Morgan. Para 2025, se proyecta un crecimiento del 5,2%, que solo devolvería el PIB per cápita a los niveles de 2021, cuando el país salía de la pandemia. Mientras tanto, la población sigue sufriendo un incremento de la pobreza, que aumentó 11 puntos porcentuales en la primera mitad de 2024, alcanzando al 53% de los argentinos, según cifras oficiales. No obstante, este indicador también está empezando a dar señales de retroceso a medida que los salarios reales vuelven a crecer con la moderación de la inflación.
No obstante, quienes votaron por Milei parecen satisfechos. Virgínia, una profesora jubilada de 63 años, expresó: “Ha sido un año malo para mí, he gastado mis ahorros para sobrevivir, pero tengo fe. Siempre dije que este país necesitaba empezar desde cero, y él lo está haciendo”. Facundo Gómez Minujín, jefe de JP Morgan en Argentina, comparó la situación del país cuando Milei asumió con una empresa en quiebra con muchos activos, pero en dificultades financieras: “La empresa está saliendo del Capítulo 11 en menos de un año. Desde mi perspectiva, las cosas no podrían estar mejor”, declara al Financial Times.
La estrategia de Milei para combatir la inflación ha consistido en lo que él mismo denomina “usar una motosierra contra el Estado”. Esto ha implicado reducir el gasto público del 44% al 32% del PIB. Los mayores recortes se realizaron en pensiones, obras públicas, salarios del sector público, subsidios a la energía y el transporte, y programas sociales. Al mismo tiempo, su ministro de Economía, Luis Caputo, antiguo operador de Wall Street, implementó un complejo plan financiero para frenar la impresión excesiva de pesos desde el Banco Central.
Tras una gran devaluación inicial en diciembre pasado, Milei y Caputo han mantenido la tasa de cambio oficial controlada por el gobierno con devaluaciones mensuales del 2%. Además, lograron inyectar unos 15.000 millones de dólares al sistema financiero mediante una amnistía fiscal que incentivó a los argentinos a depositar dólares previamente escondidos en sus hogares o en bancos extranjeros. Esto redujo la demanda de dólares en el mercado negro y alivió la presión sobre el tipo de cambio.
Fuente: Revista El Economista