El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) nominó oficialmente este sábado a su primera candidata a la cancillería en los diez años de historia de la formación, su colíder Alice Weidel, de cara a las elecciones anticipadas que probablemente se celebrarán el próximo 23 de febrero.

Los órganos del partido aceptaron la propuesta de respaldar a Weidel, que ya había avanzado sus intenciones el pasado mes de septiembre, según informó ésta junto con el colíder Tino Chrupalla en una rueda de prensa en Berlín, en la que presentaron el lema de campaña, “Tiempo para Alemania”.

“A nivel federal somos segunda fuerza en los sondeosy por ello aspiramos a formar parte del Gobierno”, declaró Weidel, contra cuyo partido las fuerzas democráticas alemanas mantienen por el momento un cordón sanitario y con el que rechazan cualquier cooperación.

La líder ultraderechista, cuya candidatura todavía debe ser ratificada en un congreso federal el próximo 11 de enero, bosquejó una Alemania que se halla “en una de sus crisis más profundas” y a la que el partido quiere devolver “a la cabeza a nivel mundial”.

“Nuestro país ya no es lo que era”, declaró Weidel, que afirmó que en los 70 años desde la Segunda Guerra Mundial Alemania se había convertido en un país próspero, con el suministro energético “más seguro y barato” y con “perspectiva de futuro”.

Críticas a anteriores gobiernos

Sin embargo los anteriores Gobiernos acabaron con todo ello, aseguró, quebrando “el espinazo de la industria alemana” y estropeando “todo lo que funcionaba” debido a una cruzada intervencionista contra la economía de mercado.

Como receta para devolver a Alemania la grandeza perdida, Weidel propuso “bajar los impuestos y los precios de la energía”, reactivando las centrales nucleares y de carbón desconectadas y reanudando la compra de gas natural por gaseoductos -presumiblemente de Rusia-.

También cargó contra la “violencia desbordada de los migrantes” y prometió blindar las fronteras, deportar de forma inmediato a “ilegales, criminales, violadores y asesinos” y suspender la concesión de ayudas sociales a extranjeros.

Weidel, cuya pareja es una mujer, lanzó asimismo una diatriba contra las “chorradas de género” y exigió que el Estado “deje de inmiscuirse” en su vida a través de las políticas para el colectivo LGTBI+.

Finalmente, manifestó su rechazo a los envíos de armas a Ucrania para que ésta se pueda defender de la invasión rusa. “Somos el partido de la paz. Si no quieren guerra en Alemania, voten a la AfD”, afirmó la líder ultraderechista, cuyo partido es conocido por los lazos de muchos de sus políticos con Moscú.

En segundo lugar

Según el ‘Politbarometer’ difundido este viernes por la televisión pública ZDF y considerado uno de los barómetros políticos más fiables del país, si se celebrasen elecciones generales ahora el bloque conservador de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) bávara obtendría el 33 % de apoyos, un punto más, y en segundo lugar se colocaría la AfD, que pierde un punto, hasta el 17 %.

De esta manera, la ultraderecha adelantaría a los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz y a los Verdes, que conforman el actual Gobierno en minoría después de que los liberales fueran expulsados de la coalición el mes pasado, lo que según está previsto dará lugar a la convocatoria de elecciones anticipadas el próximo mes de febrero.

Pese a ello, la AfD carece de opciones reales de formar Gobierno debido al cordón sanitario y a sus divergencias políticas con los conservadores, partidarios entre otras cosas de incrementar el apoyo militar a Ucrania.

Fuente: dw.com

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