A pesar de ser una de las artistas más reconocidas del espectáculo, con una carrera que abarca más de dos décadas de éxitos musicales, telenovelas y proyectos empresariales, Thalía abrió su corazón y reveló un lado poco conocido de su vida que muestra su vulnerabilidad humana.

Durante una entrevista para el podcast ‘Se Regalan Dudas’, la intérprete de “Amor a la mexicana” confesó que, pese a su trayectoria artística, todavía sufre de ataques de pánico escénico antes de realizar alguna presentación en vivo o asistir a una premiación.

Sufro de pánico escénico, a mí me dan ataques antes de salir a cantar o de pararme en una premiación. Me pongo fría, tengo que respirar y tengo que centrarme, entrar en un modo relajado y decirme que puedo con eso”, dijo Thalía.

Estos momentos de ansiedad pueden ser devastadores para cualquier persona, pero especialmente para alguien cuya carrera depende de la exposición pública. Antes de cada presentación o premiación, Thalía asegura que experimenta una intensa ansiedad que la lleva a enfrentar momentos de miedo y nerviosismo extremos. Sin embargo, aclaró una de las técnicas que utiliza para superar estos obstáculos.

Tienes esto, relájate. No dejes que cosas del pasado que de pronto están ahí guardadas te vuelvan a guiar a donde no es. Ahora estás aquí y estás en el presente. Ve tus manos, huele tu perfume, ve a la persona que está enfrente. ¿Qué le ves diferente? Te traes al presente”, aseguró.

Para finalizar, Thalía señaló que con el tiempo ha aprendido que toda situación, ya sea buena o mala, tiene su inicio y su final y tiene que ver las lecciones que cada una de ellas le deja en su vida personal y su carrera.

Todo va a pasar, lo bueno y malo. El sol sale, se vuelve a poner, sale y se vuelve a poner. Estés donde estés, triunfes o no triunfes, te vaya bien o mal, te portes bien o mal, supone y se mete para todos”.

La revelación de Thalía sobre sus ataques de pánico escénico es un recordatorio de que detrás de cada éxito existen historias de lucha personal. Su sinceridad al hablar abiertamente sobre este tema contribuye a normalizar las conversaciones sobre salud mental, demostrando que compartir los problemas que enfrentamos puede ser un acto de fortaleza más que de debilidad.

Fuente: eldiariony.com

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