La OPEP afronta en diciembre una reunión que marcará el devenir del mercado y del grupo. Es por ello que el cártel quiere debatir a fondo los próximos pasos antes de sentarse y tomar una decisión definitiva, por lo tanto han querido darse más margen trasladando la cita del 1 de diciembre hasta el 5 de diciembre. La cita, que se dará en Kuwait, puede ser clave para una alianza que se encuentra ante un momento de máxima tensión. Si bien hasta hace no tanto todo parecía indicar que los recortes voluntarios de producción empezarían a relajarse en octubre, la OPEP ha tenido que aplazar sus planes ante un mercado que no da margen para las dudas, con un superávit en el suministro y unos precios a la baja. Ahora cada vez hay un consenso más fuerte en otra prórroga.

Al borde de diciembre el precio de referencia europeo marcando los 72 dólares por barril. Ante esta presión crece la disensión entre los que quieren volver a producir a mayor ritmo para recuperar cuota de mercado y aumentar sus ingresos y aquellos que creen que hay que esperar incluso más. Aunque se pensaba que la relajación en los recortes llegaría este enero, la reunión de diciembre será determinante para ver cuál será la estrategia a semanas del momento decisivo. Esto es porque diversas voces están emergiendo pidiendo que no solo se vuelvan a retrasar los recortes, sino que incluso puedan rearmarse. Algo que habría obligado a intentar atar los compromisos de los más ‘rebeldes’ para que, sea cual sea la decisión final, estos cumplan con lo pactado.

Desde S&P Global comentan que el movimiento en la agenda viene como consecuencia de “un ajuste de posiciones”. De hecho, la agencia remarca que el retraso se produce justo después de las conversaciones del líder de facto del grupo, Arabia Saudí, este miércoles con Rusia y Kazajistán y de este martes con Irak. Todos estos países han sido de un tiempo a esta parte unos de los miembros más ‘rebeldes’ dentro del grupo pidiendo elevar su producción primero y luego ‘saltándose’ los acuerdos y bombeando por encima de lo pactado. En oposición al ‘Reino’ que ha mostrado con amenazas de hundir el barril si no se cumple con lo pactado, la idea clara de que el grupo debía cerrar filas y mantenerse fuertes para evitar más caídas en el precio del barril.

Arabia Saudí no ha sido la única en defender esta posición. El ministro de Energía de Azerbaiyán, Parviz Shahbazov, ha indicado este martes que la OPEP+ podría mantener los actuales recortes de producción de petróleo a partir del 1 de enero, mientras el grupo sigue retrasando los aumentos de producción previstos debido a la preocupación por la demanda. Esta decisión tiene dividido al grupo y podría sostener los precios del barril o permitir su caída pues en un mercado que ya está muy ajustado, su decisión podría inclinar la balanza.

Actualmente, el grupo planea reintroducir gradualmente 2,2 millones de barriles diarios (b/d) de recortes voluntarios en el mercado a partir de enero de 2025. Además de estas reducciones voluntarias, los recortes de todo el grupo por un total de 3,6 millones de b/d permanecerán vigentes hasta finales de 2025. Los recortes ya estaban programados para la recta final de este 2024 y tuvieron que ser postergados, precisamente, por las condiciones de mercado y las caídas de precios en el barril.

Un dilema… pero poco margen

Desde S&P Global comentan que “la gran pregunta es cuánto tiempo estará dispuesta la alianza OPEP+ a mantener firmes sus niveles de producción a medida que su participación de mercado se erosiona”. El bloque “puede sentirse inclinado a extender sus cuotas hasta el final del primer trimestre para capear la típica temporada de mantenimiento de refinerías de finales de invierno de la industria” . En resumen, estaríamos ya en un suelo donde se encontraría una nueva estabilidad.

Desde HSBC tiene claro que lo que toca es esperan un nuevo retraso en los recortes que se extienda hasta el primer trimestre de 2025. Esta medida “Permitiría al grupo evitar un superávit potencialmente grande durante el primer trimestre estacionalmente débil”. Desde Baker Institute van más allá y dicen que es “la opción más lógica”. “Creo que no hay margen para que aumenten y el mercado se lo recordará cuando sea necesario”, dijo Torbjörn Törnqvist, cofundador y director ejecutivo de Gunvor Group durante el Energy Intelligence Forum. Goldman Sachs cree que Arabia Saudí logrará imponer su voluntad. “Ahora creemos que los recortes seguirán inalterados hasta abril de 2025. Es la opción más probable”, explicaba la firma norteamericana, al tiempo que establecía que ven un repunte (gracias en parte a esta menor celeridad) del precio del barril hasta los 76 dólares para el año que viene.

Desde el mismo S&P Global creen que el ‘botón del pánico’ estará en los 80 dólares por barril- Si el crudo llega a superar este rango el alivio sobre los recortes estaría garantizado. Sin embargo se muestran muy pesimistas sobre esta marca. “Esperamos un rango de 72 dólares por barril para 2025 y 69 dólares para 2026″. En cualquier caso, la agencia destaca que esa necesidad de subidas podría convertir los 80 dólares en un techo inamovible ante eventos geopolíticos o estructurales que emerjan próximamente. “Vemos ese rango como techo, al menos durante un tiempo”.

Desde la EIA son escépticos y en su último informe publicado hace dos semanas comentan que su escenario base es que se mantengan estos recortes. “Esperamos que los riesgos geopolíticos y la situación de los inventarios mundiales por los recortes de la OPEP ejerzan una presión alza los próximos meses que lleven el precio del barril Brent a los 78 dólares el primer trimestre de 2025″. Sin embargo, la institución comenta que a partir de entonces “un crecimiento de la producción mundial del petróleo provocará una acumulación de inventarios que reducirá los precios hasta los 74 dólares”.

Un excedente demasiado grande

La gigantesca capacidad ociosa del grupo produce dudas entre muchos analistas sobre que la decisión pueda postergarse. Los de Schroders, de cara a la reunión, explicaban que las decisiones de la OPEP son, después del caos en Oriente Medio, el principal catalizador para los precios del petróleo los próximos meses. “La capacidad de generar excedente de la OPEP es actualmente muy elevada, en torno a cinco o seis millones de barriles de petróleo al día, y ello en un contexto de demanda mundial de petróleo de 102 millones de barriles diarios”.

Es por ello que si el crudo comienza a fluir desde Riad o Kabal con mayor intensidad “podría implicar que empieza a surgir un importante excedente de petróleo”. Coincide Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, que defiende que “dado el exceso de capacidad que ya existe en el seno de la OPEP, es razonable prever que el precio del crudo continúe su descenso, siempre y cuando no surjan nuevas tensiones geopolíticas”.

Desde OPIS explican en su último informe que, en caso de que el grupo retirase todos sus recortes de producción podríamos estar hablando de un descenso del brent del 40% hasta el entorno de los 30-40 dólares el barril. Esto si decidiesen retirarlos todos al mismo tiempo, una opción que no está sobre la mesa, pero esa sería la senda que se comenzaría a andar en enero, paso a paso, si comienzas a aligerarse las restricciones y liberan poco a poco su potencial. Aunque no dan precios del escenario base, una disolución gradual de los mismos, explica que ese escenario “condena a 2025 a ser un año bajista para el crudo”.

Aunque algunos analistas especulen con un escenario en que todos los miembros de la OPEP (menos uno) ganen y puedan mantener el precio del barril alto mientras recortan: Donald Trump entrando en acción. “Si nuevo presidente realmente se pone manos a la obra y reduce entre 1 y 1,2 millones de barriles de exportaciones petroleras iraníes, eso eliminaría el exceso de oferta el año próximo”, dijo Bob McNally, fundador de Rapidan Energy Group y ex funcionario de la Casa Blanca. “Eso hace que sea mucho más fácil para la OPEP+ recuperar esos barriles”.

La opción de sustituir al petróleo iraní es una de las pocas posibilidades que permitiría a la OPEP+ ir abriendo los grifos sin generar un colapso en los precios del crudo. No hay que olvidar que hay un productor enorme, el mayor del planeta en este momento, que se mueve al margen de la OPEP+, y rivaliza con el cártel: Estados Unidos. El gigante norteamericano ha incrementado su producción y exportación de petróleo en los últimos años, hasta el punto de colocarse como el líder mundial en este negocio. El fracking, y la producción de la cuenca pérmica, han tenido un papel protagonista en la sobreoferta mundial de crudo, y en el fondo es la gran fuerza contra la que lleva peleando la OPEP+ varios años.

Según el último informe de petróleo que ha publicado Citi, es Estados Unidos, y en concreto, la producción de la cuenca pérmica, la que no va a permitir que la OPEP+ incremente la producción sustancialmente en los próximos años. “Estimamos que ha habido 6 millones de barriles diarios de capacidad excedente de producción desde los niveles que había en 2016, y el 80% de este incremento de la oferta ha sido el shale estadounidense”, explican los analistas del banco. A su juicio, “la cuenca pérmica tiene suficiente capacidad geológica para sostener un crecimiento de otros 2-3 millones de barriles diarios, lo cual deja a la OPEP+ con la necesidad de acomodarse durante 3 o 4 años, por ejemplo, recortando su propia producción, para defender los precios”, destacan desde Citi.

El ‘efecto rebote’ del incumplimiento

La presión es muy grande para muchos de sus miembros. Prueba de ello es la misma Irak, uno de los mayores ‘rebeldes’ del grupo y que ha sido acusada recurrentemente de saltarse estas restricciones y bombear más barriles de los estipulados. Desde Fitch comentaban la semana pasada en su informe que creen que literalmente el país “tendrá dificultades para cumplir las cuotas” si no hay una relajación. Especialmente porque junto con Irak y kazajistán deberán realizar un recorte ‘compensatorio’ adicional por haber incumplido con el grupo en 2024. También se tendrán que encomendar a él Rusia y Kazajistán.

No es el único caso, según destaca S&P Global, “Emiratos Árabes Unidos, que también han incumplido sus objetivos de producción en 2024, han asegurado (con sus proyectos petroleros) un aumento de 300.000 b/d en su cuota que se implementará gradualmente entre enero y septiembre de 2025, lo que podría aumentar el suministro del grupo”. “Somos optimistas en cuanto a que Irak reducirá su producción, creemos que, inicialmente, Irak hará todo lo posible por cumplir con las cuotas asignadas. Sin embargo, con el tiempo (y si no hay medidas), es probable que Irak vuelva a producir en exceso, como lo ha hecho en el pasado” sentencian desde Fitch. El mismo parlamento de Irak está discutiendo desde comienzos del mes un nuevo proyecto de ley que contemple una ampliación de las exportaciones.

Fuente: Revista El Economista 

Comparte: