Los últimos días han sido verdaderamente desafiantes para Camila, quien se encuentra en un profundo proceso de duelo tras la sensible pérdida de su madre, Ernestina Sodi. Este momento de dolor y tristeza ha llevado a la actriz a reflexionar sobre su vida y su relación con su madre, lo que ha quedado plasmado en sus redes sociales, donde ha decidido compartir parte de este proceso con su comunidad virtual.
Camila ha encontrado en plataformas como Instagram un espacio para expresar sus sentimientos y conectar con quienes la admiran. A pesar de la difícil situación, esta decisión de abrirse y conversar sobre su duelo refleja una búsqueda de apoyo y comprensión en un momento tan vulnerable. Recientemente, la actriz anunció que ha comenzado una nueva terapia, una forma de enfrentar el dolor que ha surgido tras la partida de su madre.
“Mamá, que suerte que el amor que me enseñaste es tan grande que trasciende el cuerpo y la tercera dimensión“, fue el mensaje que acompañó la publicación.
En un acto profundo y conmovedor, Camila compartió una serie de imágenes inéditas de su madre en un álbum de recuerdos que tocó el corazón de muchos. Entre estas imágenes se visualiza a Ernestina Sodi en un hermoso camino de girasoles que ambas encontraron durante uno de sus viajes. La imagen poética de su mamá con los brazos abiertos, esperando a su hija, simboliza el amor incondicional que siempre compartieron.
La elección de los girasoles como telón de fondo para esos recuerdos es significativa. Esta flor, simbolizando la luz y la resiliencia, se convierte en un recordatorio visual de que el amor perdura incluso después de la pérdida. Además, la inclusión de imágenes de su madre abrazada a un árbol en el bosque refuerza la conexión que Ernestina tuvo con la naturaleza, sugiriendo que su espíritu continúa vivo en los lugares donde ambas compartieron momentos felices.
La más reciente publicación de Camila es la primera que realiza en su feed de Instagram desde el momento en que su madre fue hospitalizada. La urgencia de viajar de emergencia de Nueva York a la Ciudad de México el 18 de octubre, tras la hospitalización provocada por un infarto al miocardio, dejó una huella imborrable en su vida. El contraste entre la celebración que vivía en la Gran Manzana y el dolor que enfrentaba en su hogar resalta la fragilidad de la vida y cómo, en un momento, todo puede cambiar.
Fuente: eldiariony.com